
Nueva Figuración Madrileña1970-1975
La Galería Guillermo de Osma presenta por primera vez una exposición de la Colección Javier Sapena de los años 70. Diecisiete obras fechadas entre 1970 y 1975 que conforman un formidable recorrido por los orígenes de lo que se conoce como la Nueva Figuración Madrileña; movimiento que anticipó la Transvanguardia europea. La colección incluye obras muy relevantes, algunas de ellas emblemáticas, de los artistas más representativos de este momento: Carlos Alcolea, Chema Cobo, Carlos Franco, Manolo Quejido, Herminio Molero, Rafael Pérez Mínguez y Guillermo Pérez Villalta. Estos formaron un grupo cohesionado que colaboraba con frecuencia, dando lugar a obras con autoría compartida como Biombo, acuario-tetera de Rafael Pérez Mínguez y Guillermo Pérez Villalta.
Las colecciones forman parte de la bios (vida) graphien (escrita) del coleccionista, pero además son parte documental del periodo histórico al que pertenecen. Por ello, la exposición plantea una de las etapas más importantes del siglo XX español. Tras los Ismos del Arte Nuevo de los años 20 y 30 y el Informalismo de las décadas de los 50 y 60, la tercera gran corriente artística española fue la Nueva Figuración. Como muestran algunas de las obras de la exposición: Retrato de Luis Gordillo de Carlos Franco o Siting room de Chema Cobo, la frontera entre figuración y abstracción era mucho más sutil de lo que a primera vista pudiera parecer. El color tomaba la delantera con una dimensión inusitada que ponía al alcance un nuevo imaginario inspirado en las más variadas fuentes, como la pintura medieval en El Bufón de Rafael Pérez Mínguez o la manierista en La Madona ácida de Guillermo Pérez Villalta.
El carácter demiúrgico de la colección Sapena es elocuente. Los 25 años que han hecho falta para conformar su colección –escogida con un criterio y rigor excepcionales– han sido suficientes para que Javier Sapena no solo encontrara consuelo emocional a través de la convivencia con las obras, sino también el lugar en el que interrogarse sobre lo terrenal y lo espiritual.
El arte de la primera mitad de los 70 se torna imprescindible en la conformación de los nuevos relatos plásticos; eran tiempos en el que los horrores producidos por las primeras sacudidas de la pandemia del VIH y los nuevos horizontes sociales prometían tiempos mejores. Sorprende el riesgo y la modernidad plástica de los últimos años del franquismo. La exposición muestra la riqueza formal y la pluralidad estética que se dieron en este periodo.
Obras tan diversas como La duda ofende de 1972 de Rafael Pérez Mínguez en la que se hace referencia a los espacios metafísicos de Giorgio de Chirico, Personaje ante la ventana (Pérez de Ayala) de Guillermo Pérez Villalta con influencia de Diego Velázquez oLa reina del Partenón de Carlos Alcolea que evidencia la esterilidad del debate entre figuración y abstracción, conviven en la exposición dando buena muestra de ello.
Esta exposición pretende, por una parte, exhibir los primeros atisbos de Nueva Figuración Madrileña, sin la que no se entendería el arte de la Movida y la figuración de los 80 y 90; por otra parte, homenajear a Javier Sapena, coleccionista apasionado y erudito, que brinda nuevos relatos al
panorama plástico contemporáneo español.
En esta ocasión, el catálogo contará con un ensayo inédito del propio Javier Sapena titulado El pálpito de lo eterno y un escrito de Óscar Alonso Molina.