ARCO 2025: Una edición que redefine el arte contemporáneo

Han pasado ya unos días desde nuestra participación en ARCO 2025, y la vibrante energía de la feria sigue resonando con fuerza en el mundo del arte. Como revista Segno Es, tuvimos el privilegio de estar presentes en uno de los encuentros más importantes de la escena artística global, un espacio donde convergen las vanguardias, las nuevas tendencias y las propuestas que marcan el rumbo del arte contemporáneo.

En esta edición de ARCO, nos sorprendieron y cautivaron los booths que, además de destacar por la calidad estética de las obras, ofrecieron una experiencia inmersiva y transformadora. Entre los espacios más destacados se encuentran las galerías Max Estrella, Baró, Ponce + Robles, ADN Galería y Gilda Lavia, que demostraron una curaduría de gran nivel y una capacidad excepcional para captar la esencia de la vanguardia artística actual.

Max Estrella trajo una impresionante selección de artistas internacionales y nacionales, entre ellos Eugenio Ampudia, quien con su obra sigue explorando la relación entre el arte, la tecnología y la naturaleza humana; Daniel Canogar, cuyo trabajo se centra en el impacto de la tecnología sobre nuestra vida cotidiana; y Leyla Cárdenas, que se adentra en los temas de espacio público, paisajes urbanos y el concepto de la memoria colectiva. Además, destacaron obras de Tiffany Chung, quien utiliza el arte como herramienta para reflexionar sobre los conflictos y desplazamientos humanos a través de la cartografía; Inma Femenía, que mostró su trabajo en el cruce entre el arte abstracto y el paisaje; y Diana Fonseca, que explora las transformaciones sociales a través de una mirada crítica a los fenómenos contemporáneos.

La galería también presentó trabajos de Jorge Fuembuena, cuyas piezas exploran la interacción entre el espacio y el cuerpo; Marco Godoy, con obras que juegan con las texturas y el color para hacer un comentario sobre la relación del hombre con su entorno; y Hisae Ikenaga, quien se destaca por su trabajo que revisita la pintura a través de nuevas formas y técnicas innovadoras. Miler Lagos y Markus Linnenbrink presentaron piezas que hablan de la relación entre lo orgánico y lo sintético, mientras que Eva Lootz, Rafael Lozano-Hemmer, y Nacho Martín Silva aportaron una reflexión sobre la tecnología, la percepción y el control social.

La galería también contó con la participación de artistas como Aitor Ortiz, quien a través de sus fotografías busca reinterpretar la arquitectura moderna, y Manolo Paz, cuya escultura se convierte en un referente en la exploración de materiales y formas. La Ribot, Bernardí Roig y Jessica Stockholder demostraron que el arte puede ser una poderosa herramienta de reflexión sobre las dinámicas del poder, la identidad y la comunicación. Finalmente, Alba Triana mostró cómo la danza y el arte visual pueden converger en una experiencia única.

Por su parte, Baró sorprendió con una propuesta que abarcó la riqueza de la artesanía conceptual de América Latina y el mundo, llevando a ARCO a un recorrido de emociones y reflexiones profundas. En su stand, Lygia Clark, Artur Barrio y Eugenio Espinoza aportaron una visión única sobre la escultura y el conceptualismo latinoamericano. También destacó la obra de -citra Sasmita, cuyo trabajo reflexiona sobre el cuerpo y el espacio, y la presencia de las artistas Violeta Quispe y Tecla Tofano, que ofrecieron una mirada fresca y atrevida a través de sus piezas que exploran la cultura indígena y las narrativas personales.

La galería Ponce + Robles también hizo una destacada participación, presentando a una selección de artistas que abarcaron una amplia gama de estilos y enfoques, desde el arte conceptual hasta las instalaciones más innovadoras. Entre los artistas que cautivaron a los visitantes se encuentran Isidro Blasco, cuyo trabajo juega con las perspectivas y los materiales para crear piezas tridimensionales que invitan a la reflexión sobre el espacio y la percepción, y José Castiella, que llevó su enfoque geométrico a un nuevo nivel con piezas que cuestionan las estructuras formales y su relación con el entorno.

Otros artistas notables en su stand fueron Rafa Forteza, con sus evocadoras piezas que exploran la memoria histórica y las huellas del pasado; Felipe Lavín, cuyas obras abstractas y minimalistas invitan al espectador a un mundo de sensaciones puras; y Día Muñoz, que presentó piezas llenas de carga emocional que exploran las complejidades de la identidad humana. También destacaron Ding Musa, cuyas piezas investigan las interacciones entre el cuerpo, el espacio y el tiempo, y Iñigo Navarro, que ofreció una mirada única a través de sus trabajos que exploran la relación entre lo físico y lo digital.

ADN Galería, siempre reconocida por traer las propuestas más agitadoras y vanguardistas, presentó este año un elenco de artistas que no dejó indiferente a nadie. En su stand, la galería llevó una curaduría llena de impacto y reflexión, mostrando a artistas que exploran las tensiones sociales, políticas y culturales más actuales. Entre los nombres más destacados se encuentran María María Acha-Kutscher, cuyas obras cuestionan las estructuras de poder de género y las normas sociales; Carlos Aires, que, con su enfoque provocador, reflexiona sobre los conflictos globales y las crisis de identidad; y Julio Anaya, cuyas piezas interpelan sobre las contradicciones del presente.

También brillaron Abdelkader Benchamma, con su vibrante estilo de dibujo que explora la migración y la crisis social; Alán Carrasco, que presenta una reflexión sobre la política y la cultura visual a través de instalaciones inmersivas; y Fábio Colaço, con sus piezas que confrontan la violencia política y la estética del poder. La galería también presentó a Jordi Colomer, cuyas instalaciones son un despliegue de las tensiones entre la arquitectura y la vida cotidiana, y Nicolas Daubanes, que ofrece una visión introspectiva sobre las fronteras de la subjetividad humana.

DEMOCRACIA, el colectivo de arte político, hizo una intervención que reflexiona sobre la relación entre arte y activismo, mientras que Domènec aportó una visión crítica sobre las ruinas del pasado y sus repercusiones en el presente. La galería también mostró el trabajo de artistas como Mounir Fatmi, que reflexionó sobre la cultura globalizada y las identidades contemporáneas, y Kendell Geers, cuya obra provoca una reflexión sobre las cuestiones de violencia y resistencia.

No menos relevantes fueron las obras de Núria Güell, que invita a cuestionar las estructuras sociales mediante una crítica directa al poder; Laura Llaneli, con sus trabajos que exploran el cuerpo como espacio de resistencia; y Eugenio Merino, cuya obra interrogó las normas de la política y la cultura. Otros artistas de renombre fueron Joan Pallé, con su exploración sobre los límites del lenguaje, y Avelino Sala, que presenta una mirada provocadora sobre los mecanismos de control social.

La galería cerró con fuerza con las obras de Marinella Senatore, cuya visión comunitaria en el arte muestra la conexión entre el individuo y el colectivo, y Marina Vargas, que desafió la percepción visual a través de sus poderosas esculturas. Además, la presencia de Hac Vinent con sus propuestas innovadoras y de gran impacto también destacó en este recorrido.

Una mención especial merece la galería Gilda Lavia, que presentó un solo show de la artista Petra Feriancová. La obra de Feriancová, profundamente introspectiva y a la vez universal, exploró la relación entre la naturaleza, el cuerpo humano y la tecnología, llevando al espectador a un viaje visual y sensorial de gran riqueza. La exposición se caracterizó por un dominio exquisito de los materiales y una visión artística única que conectó con la tradición y la contemporaneidad de manera orgánica.

Además de los impresionantes booths, ARCO 2025 se destacó por su ambiente de diálogo intercultural. Artistas, curadores, coleccionistas y amantes del arte se reunieron para compartir ideas, desafiar percepciones y explorar las múltiples formas de expresión que hoy en día definen el arte contemporáneo. La feria se consolidó como un espacio de encuentro imprescindible para aquellos que buscan entender el pulso del arte global y las tendencias que marcarán el futuro.

Como Segno Es, nuestra participación en ARCO 2025 nos ha dejado una sensación de enriquecimiento y una reafirmación del poder transformador del arte. En esta edición, hemos sido testigos de cómo el arte contemporáneo sigue siendo una herramienta crucial para entender y cuestionar los cambios sociales, políticos y culturales. Estamos más que nunca comprometidos con ofrecer una plataforma a las voces más innovadoras del panorama artístico y seguir dando visibilidad a las propuestas que marcarán las próximas décadas.

ARCO 2025 ha sido, sin duda, una edición histórica que demuestra que el arte continúa siendo un lenguaje universal, capaz de conectar, provocar y transformar.

×