Francesc Torres ha sido distinguido con el Premio Velázquez de Artes Plásticas 2024, un galardón que celebra su destacada trayectoria y su significativa contribución al arte contemporáneo. Nacido en Barcelona en 1948, Torres ha desarrollado una obra profundamente comprometida con temas como la memoria histórica, el poder y la guerra, valiéndose de diversas disciplinas como el videoarte, la fotografía y las instalaciones.
Desde sus primeras obras, Torres se ha caracterizado por un compromiso político y social arraigado en su experiencia en la España de la dictadura franquista. Sus creaciones no solo documentan eventos históricos, sino que los transforman en una reflexión crítica sobre cómo se construyen y recuerdan las memorias colectivas. La guerra civil española, en particular, ha sido un eje central en su trabajo, explorando cómo los relatos históricos moldean la identidad y el presente de una sociedad.
A mediados de los años setenta, Torres se trasladó a los Estados Unidos, donde entró en contacto con movimientos como el arte conceptual y el minimalismo. Estas corrientes marcaron un cambio significativo en su práctica artística, impulsándolo a utilizar objetos cotidianos como símbolos del poder y la memoria. A través de sus instalaciones, los objetos adquieren un nuevo significado, desafiando las narrativas dominantes e invitando al espectador a cuestionar su relación con la historia.
Uno de los aspectos más impactantes de la obra de Torres es su capacidad para abordar temas complejos como la violencia y la guerra desde una perspectiva profundamente humana y filosófica. En proyectos como Aeronáutica (vuelo), presentado en 2021 en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, utilizó un bombardero republicano suspendido del techo como una potente metáfora de sacrificio y memoria, vinculando la iconografía de la guerra con el acto de recordar y redimir.
En 2023, su instalación La maldad bienvenida, exhibida en el Born Centro de Cultura y Memoria de Barcelona, exploró la relación entre el trauma histórico y la narrativa contemporánea, demostrando su habilidad para conectar el pasado con los debates actuales. Estas obras, junto a otras emblemáticas, han convertido a Torres en un referente del arte como herramienta de reflexión y cambio social.
La constante experimentación es un sello distintivo de Francesc Torres. A lo largo de su carrera, ha utilizado diversos formatos y medios para explorar los límites del arte. El videoarte, en particular, le ha permitido abordar la dimensión temporal de la memoria, creando narrativas que conectan el pasado, el presente y el futuro. Esta combinación de innovación técnica y profundidad conceptual ha consolidado su posición como una de las figuras más influyentes del arte contemporáneo.
El Premio Velázquez, dotado con 100,000 euros, es el último de una serie de reconocimientos que subrayan la importancia de la obra de Torres a nivel global. Su arte forma parte de importantes colecciones en instituciones de renombre, como el Museo Guggenheim de Nueva York, el Museo Reina Sofía y el Centre Pompidou. Además, ha sido galardonado anteriormente con el Premio Nacional de Artes Visuales de Cataluña en 2009 y el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura.
El jurado del Premio Velázquez ha destacado la capacidad de Francesc Torres para transformar el arte en un medio de reflexión crítica sobre los sistemas de poder y las narrativas hegemónicas. Su obra invita al espectador a reexaminar su comprensión de los eventos históricos, proporcionando una plataforma para el diálogo y el cambio.Más allá de su influencia en el mundo del arte, Torres continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas comprometidos con los desafíos de la memoria, la política y la sociedad. Su obra no solo es un testimonio del pasado, sino una herramienta para imaginar un futuro más consciente y reflexivo. Con este reconocimiento, Francesc Torres reafirma su posición como uno de los grandes artistas contemporáneos, cuyo legado sigue transformando la manera en que entendemos el arte, la historia y nuestra conexión con el mundo.
por Blai Dubois & Raquel Victoria